A los 19 años, se casó con Alexander Armand y juntos abrieron una escuela para niños campesinos. Inessa organizó también un grupo de ayuda para las mujeres de sectores populares. Cuando las autoridades le prohibieron establecer una escuela dominical para trabajadoras, murió su ilusión en la posibilidad de reformas sociales y se unió al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Arrestada en 1907, los tribunales zaristas la condenaron a la deportación en Liberia. Huida a París, tomo contacto con Lenin y los bolcheviques, y se integró a la actividad partidaria.
En julio de 1912, regresó a Rusia para organizar la campaña bolchevique de cara a las elecciones en la Duma. Dos meses más tarde fue encarcelada, y tras su liberación se fue a vivir con Lenin y Nadezdha Krupskaia. En esa época inició su trabajo como editora del periódico Rabotnitsa (La Obrera). En 1915 se trasladó a Suiza para organizar la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas contra la guerra. Fue parte también de la delegación bolchevique en las Conferencias de Zimmerwald y Kienthal.
Tras la revolución de 1917 Inessa fue miembro del Comité Ejecutivo del Soviet de Moscú. En el Congreso de Mujeres Obreras y Campesinas de 1918 realizó un gran discurso insistiendo en la necesidad de liberar a las mujeres de la esclavitud doméstica. Inessa fue elegida para la dirección del Genotdel, el organismo de las mujeres del Partido Comunista de la Unión Soviética. En 1920, dirigió la Iª Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas, pero poco después contrajo cólera y murió a los 46 años.